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SuscribirseEs hora de que la banca y el sector de los servicios financieros suelten el freno y aceleren su transformación digital
En el último año, al igual que muchos otros sectores, el sector financiero ha hecho frente a desafíos y oportunidades que le han llevado a hacer, en tan solo 12 meses, una transformación digital que en una situación normal habría requerido de toda una década. Desde requisitos internos que exigían un acceso seguro pero eficiente para las fuerzas de trabajo a distancia, hasta presiones externas como el aumento de los pagos sin efectivo y otros tipos de procesos financieros sin contacto, la pandemia exigió a los bancos examinar y revisar muchos de sus procesos.
Tradicionalmente, las organizaciones financieras han tenido dificultades para implementar innovaciones. Deben atenerse a políticas estrictas para cumplir los requisitos de sus reguladores, lo que a menudo les ha impedido beneficiarse de las ventajas de las nuevas tecnologías. Pero dado que las instituciones financieras han tenido que adaptarse a un mundo cada vez más digital, es imprescindible que cuenten con soluciones de seguridad que no solo proporcionen seguridad a los usuarios y a los datos, sino que también garanticen el cumplimiento de las políticas y las normativas.
Hemos observado un especial crecimiento en el interés de los bancos y los servicios financieros en la implementación de un enfoque Zero Trust basado en la nube. Aunque se podría suponer que la seguridad es la prioridad absoluta para los bancos, nuestras conversaciones han puesto de manifiesto, de manera un tanto sorprendente, que la experiencia del usuario es más importante. Dado que Zero Trust proporciona un acceso granular a las aplicaciones sin colocar a los usuarios en la red, estos pueden tomar la ruta directa a sus aplicaciones sin desvíos que provoquen latencia.
Abordaje de los puntos débiles claves de los servicios financieros
A las organizaciones financieras siempre se les han confiado los activos financieros más valiosos y, por lo tanto, en general, ya tienen una postura de seguridad formidable. Tradicionalmente, siempre se ha pagado un precio por ello, ya que una infraestructura compleja no siempre incluye una experiencia de usuario magnífica. En los últimos años, el recorrido de transformación a la nube de las instituciones financieras se ha acelerado drásticamente y el sector financiero ha invertido mucho en infraestructuras en la nube como AWS, Azure o Google Cloud y aplicaciones de oficina basadas en la nube.
Al mismo tiempo, muchas instituciones financieras han mantenido su infraestructura heredada en funcionamiento, lo que les impide beneficiarse del potencial completo de la nube. Esta arquitectura tradicional es una barrera que impide experimentar toda la flexibilidad y agilidad. Es semejante a comprar un coche deportivo brillante y nuevo, y tratar de conducirlo con el freno de mano puesto. En consecuencia, las instituciones financieras ahora buscan maneras de ayudar a sus empleados a ser más productivos en las plataformas en la nube que han desarrollado, y de obtener el retorno de la inversión de toda la infraestructura en la nube que el sector se había mostrado tan interesado en adoptar.
Una de las cuestiones clave para los servicios financieros ha sido su reciente despliegue acelerado de Office 365. La migración prometía mejorar la eficiencia y la productividad de los usuarios, entre otras ventajas. Sin embargo, también ha dado lugar a importantes desafíos para las instituciones financieras a la hora de mantener la calidad de la experiencia del usuario debido a su infraestructura heredada de red de sistema radial y el modelo de sucursal distribuida. Para beneficiarse de las aplicaciones en la nube, las organizaciones financieras se dieron cuenta de que tenían que reinventar su infraestructura para que coincidiera con su traslado al ecosistema basado en la nube a fin de que el acceso sin latencia fuese la base para una experiencia de usuario óptima.
Una visión de futuro sobre cómo equilibrar la seguridad y la experiencia del usuario
A raíz de la pandemia, fue preciso superar un desafío adicional cuando se envió al personal a trabajar desde el hogar casi de un día para otro. Para una fuerza de trabajo que cada vez más desempeña sus tareas a distancia, el equilibrio entre, por un lado, el acceso eficiente y seguro y, por otro, mantener una experiencia de usuario superior, se hizo aún más importante. Fue necesario actualizar la infraestructura de red heredada existente de las organizaciones financieras para satisfacer la repentina demanda de conectividad remota y el moderno acceso seguro a todos los entornos multinube que se habían implementado. Una infraestructura preparada para el futuro que sea compatible con los requisitos flexibles tanto durante la pandemia como cuando esta acabe, que a la vez ofrezca una gran experiencia de usuario, aumente la productividad y respalde la continuidad de la empresa a largo plazo debe incluir el acceso a la red Zero Trust.
Un enfoque Zero Trust se basa en políticas de seguridad individuales para cada empleado que les garantizan un acceso granular a sus aplicaciones empresariales necesarias sin abrir toda la red. Con la ayuda de un agente de confianza en la nube, como Zscaler Zero Trust Exchange, el personal puede acceder de manera rápida y confiable solo a las aplicaciones internas que necesita una vez autenticadas a través de una ruta de Internet directa. Puesto que los usuarios pueden tomar la ruta directa a sus aplicaciones sin desviarse por la red corporativa, se beneficiarán de una experiencia de usuario superior.
Apoyo del futuro de la banca y de la industria de servicios financieros
En muchos sentidos, la flexibilidad que brinda un modelo Zero Trust es el sueño de todo director de tecnología de servicios financieros. Pasar el tráfico de manera segura a través de Internet en lugar de tener que pasarlo por la TI corporativa permite a las instituciones financieras que haya sucursales que no necesiten mantenimiento, lo que significa que las sucursales individuales son significativamente más fáciles de mantener y gestionar, mientras que los costos se reducen drásticamente. Para las instituciones financieras con cientos de sucursales en diversas ubicaciones, esto casi parece demasiado bueno para ser verdad. De hecho, el modelo futuro para las instituciones financieras podría incluir infraestructuras reducidas o incluso un modelo sin sucursales. A partir de esta transición, empezaremos a ver cómo la transformación digital en los servicios financieros da lugar a un modelo de comodidad y simplicidad (quizás un quiosco que ofrezca todos los requisitos clave de los bancos y los servicios bancarios) con la experiencia segura y sin complicaciones que los consumidores esperan.
El año pasado dejó claro que si los bancos y las instituciones financieras quieren sobrevivir y prosperar en un panorama que cambia rápidamente, necesitan innovar y transformarse internamente. Solo un cambio en su infraestructura les permitirá seguir el ritmo de las expectativas en cuanto a la experiencia del usuario, tanto del personal como de los clientes externos. Cuando busquen socios para habilitar sus recorridos de transformación digital, los bancos deben evaluar si las soluciones que eligen realmente les ayudan a soltar el freno de la infraestructura heredada y les permiten acelerar hacia el futuro.
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