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¿Qué es la ciberseguridad?
¿Qué significa la ciberseguridad para su empresa?
A nivel corporativo, la ciberseguridad es crucial para mantener segura en el ciberespacio la infraestructura crítica de una organización y los datos que hay dentro de ella. La forma en que las empresas la abordan cambia a medida que trasladan sus sistemas a la nube y el trabajo se vuelve más móvil.
Hoy en día, la ciberseguridad se puede dividir en varias categorías, entre las que se incluyen:
- Seguridad informática: mantener intactos y seguros sus sistemas informáticos principales.
- Seguridad de datos: garantizar la integridad de la totalidad de los datos de una organización de manera que cumpla con las normas de protección de datos.
- Seguridad del Internet de las cosas (IoT): proteger los dispositivos inteligentes interconectados a través de Internet, incluidos teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles, tabletas, etc.
- Seguridad de la tecnología operativa (OT): protección de personas y activos en la supervisión de dispositivos y procesos físicos
¿Por qué es importante la ciberseguridad?
Hoy en día, a medida que siguen evolucionando el alcance, la sofisticación y la estrategia de las amenazas cibernéticas, las herramientas de seguridad heredadas, como los cortafuegos y antivirus, no son suficientes para evitar que los piratas informáticos obtengan acceso no autorizado.
En el punto álgido de la pandemia de la COVID-19, muchas organizaciones adoptaron políticas que instaban a que los empleados, socios y otras partes interesadas utilizaran sus propios dispositivos personales. Sin embargo, muchas de estas organizaciones carecían de protección frente a malware o dependían de soluciones heredadas de seguridad de red y puntos finales para proteger este sistema de uso de dispositivos propios. Al no tener en cuenta el trabajo a distancia en sus programas de gestión de riesgos de ciberseguridad, muchas empresas jugaron con su información confidencial y, en consecuencia, probablemente vieron aumentar los costes.
Incluso ahora, a medida que numerosas organizaciones se adaptan a modelos de trabajo híbridos, numerosos factores (permitir el acceso y la conectividad remotos seguros, adoptar tecnologías para mantener la productividad y garantizar la seguridad, hacer cumplir políticas de seguridad remotas y manejar problemas de seguridad como la TI en la sombra en las redes domésticas, por nombrar algunos) se han convertido en quebraderos de cabeza cotidianos para los administradores de seguridad junto con la actual escasez de personal experto en ciberseguridad.
Para este fin, las organizaciones pueden recurrir al Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), que desarrolla prácticas, estándares, directrices y otros recursos de ciberseguridad para satisfacer las necesidades de la industria estadounidense, las agencias federales y el público en general.
Sin un programa eficaz de ciberseguridad, las organizaciones pueden ser presa de ataques cibernéticos que sobrecargan los presupuestos y perjudican los resultados finales debido a:
- Pérdida de propiedad intelectual e información confidencial
- Tiempo de inactividad derivado de fallos del sistema o ataques de ransomware
- Datos comprometidos que dan lugar a problemas legales y/o pérdidas empresariales
¿Qué es un ciberataque?
La mayoría de los ciberataques implican uno o más ciberdelincuentes que intentan obtener acceso no autorizado a los datos o sistemas de una organización. Su objetivo puede ser comprometer a los usuarios finales para desactivar equipos, interrumpir servicios, supervisar la actividad en un sistema, robar datos o utilizar un equipo vulnerado para lanzar ataques contra otros sistemas.
En la siguiente sección, echaremos un vistazo a algunas de las amenazas más comunes a las que se enfrentan las organizaciones de hoy en día.
Tipos de amenazas a la ciberseguridad
Hay muchas más variedades de ciberataques de las que podemos tratar aquí en detalle. Algunos de los tipos más comunes de ciberamenazas son:
- Malware: estos ataques pueden adoptar innumerables formas. Un virus puede atacar activamente a los sistemas, robar datos o información de tarjetas de crédito, plantar programas espía para vigilar la actividad del sistema (como las pulsaciones del teclado), etc.
- Phishing (suplantación de identidad): este es uno de los tipos de ataques más comunes, en el que los delincuentes utilizan la ingeniería social para hacerse pasar por una fuente confiable, como un banco, en un intento de persuadirle para que entregue información confidencial. Los ataques de phishing suelen producirse por correo electrónico, aplicaciones, SMS o redes sociales.
- Ransomware (secuestro de datos: los ciberdelincuentes infiltran software malicioso en los sistemas de información para bloquear o cifrar datos, impidiendo el acceso hasta que se haya pagado un rescate. En algunos casos, los delincuentes también pueden robar información confidencial y amenazar con venderla o publicarla a menos que la empresa pague un rescate.
- Caballos de Troya: en este tipo especializado de ataque de malware, los atacantes colocan código malicioso en software útil o confiable. Por ejemplo, en el infame ataque a la cadena de suministro de SolarWinds, una actualización de software infectada para la plataforma SolarWinds Orion comprometió los sistemas de información de casi 18 000 organizaciones en todo el mundo (incluidas infracciones de los sistemas de seguridad nacional de múltiples agencias del gobierno de EE. UU.), lo que permitió al autor de la amenaza acceder a información privilegiada.
- Ataques a las contraseñas: los delincuentes intentan acceder a un sistema utilizando programas de descifrado de contraseñas para determinar la contraseña correcta. Las políticas estrictas de gestión de acceso, como contraseñas más largas y complicadas, hacen que sea exponencialmente más difícil que este tipo de ataque tenga éxito.
- Amenazas internas: las amenazas internas implican infracciones de datos causadas, a veces sin saberlo, por personas dentro de una organización. Al operar desde el interior del perímetro de seguridad de una organización, estas personas tienen fácil acceso a los datos confidenciales, a menos que se apliquen estrictos controles de acceso con privilegios mínimos.
- Ataques de día cero: cuando se descubre una vulnerabilidad en sistemas o software básicos, las regulaciones pueden requerir que se divulguen públicamente. En ocasiones, los atacantes idean una forma de atacar esa vulnerabilidad antes de que los profesionales de la ciberseguridad puedan desarrollar un parche para solucionarla.
Descubrir y remediar estas innumerables amenazas requiere una estrategia de ciberseguridad de cara al futuro que se centre en proteger todos los activos más importantes de su empresa.
¿Cuál es el futuro de la ciberseguridad?
Los profesionales de la ciberseguridad utilizan tecnologías como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático y la automatización para crear nuevas estrategias a fin de proteger los sistemas de información.
A continuación figuran algunas de las iniciativas de ciberseguridad de más rápido crecimiento:
- Seguridad de dispositivos móviles: a medida que más personas se conectan mediante múltiples dispositivos móviles, las organizaciones deben cambiar la forma en que defienden sus sistemas, especialmente porque estos sistemas se conectan a través de redes wifi domésticas. Las nuevas y más ágiles tecnologías de seguridad de terminales pueden ayudar a proteger los datos y al mismo tiempo garantizar una experiencia de usuario fluida.
- Seguridad en la nube: a medida que las organizaciones adoptan un enfoque multinube, la cantidad de socios externos que trabajan con ellas va en aumento. Cada uno de estos socios tiene diferentes mecanismos de ciberseguridad y hará que sea más difícil garantizar la protección.
- Seguridad de la aplicación: esta disciplina de seguridad se refiere no sólo a la necesidad de proteger los datos que se mueven entre las aplicaciones y terminales de la nube y SaaS, sino también al desarrollo e implementación seguros de aplicaciones comerciales.
- Seguridad como servicio (SECaaS): el aumento de los proveedores de SECaaS proporciona a las organizaciones acceso a la tecnología más actual y a profesionales de la seguridad experimentados.
- IA y automatización: mientras los ciberdelincuentes recurren a la IA para explotar las debilidades de las defensas, los profesionales de la ciberseguridad utilizan la misma tecnología para supervisar y proteger redes, puntos finales, datos e IoT.
- Zero Trust: la llegada de la práctica de uso de dispositivos propios y el trabajo híbrido ha hecho que las organizaciones sean más flexibles, pero también más vulnerables que nunca. Zero trust implementa medidas de seguridad para otorgar a los usuarios autenticación exclusivamente para las aplicaciones que necesitan, según el contexto, como la ubicación, la función, el dispositivo y el usuario.
¿Quién es responsable de gestionar la ciberseguridad?
Una estrategia de ciberseguridad eficaz requiere un enfoque que incluye a toda la organización, desde los altos ejecutivos hasta el personal de oficina temporal. Todos deben estar al tanto de sus responsabilidades, las políticas más recientes, las mejores prácticas para la seguridad de la información y su rol en la estrategia general.
Dado que la mayoría de las organizaciones han adoptado la nube de una forma u otra, ahora están dándose cuenta del valor de trasladar la seguridad del centro de datos a la nube. Al hacerlo, obtienen los siguientes beneficios:
- Los usuarios obtienen la misma protección, tanto si se encuentran en la sede central, en las sucursales, de viaje o en casa.
- Los controles de seguridad integrados y los servicios en la nube analizan la información para brindar a las organizaciones una imagen completa de todo lo que ocurre en toda la red.
- El tráfico ya no retorna al centro de datos corporativo, lo que elimina gran parte del retraso en el rendimiento cuando se accede a aplicaciones y datos basados en la nube.
- Las pilas de dispositivos de seguridad de un solo propósito se integran en una única plataforma.
- La inteligencia sobre amenazas puede actualizarse mucho más rápidamente que con los dispositivos. Cada vez que se detecta una amenaza en una plataforma en la nube, esa información se comparte con toda la red de forma instantánea y la protección se despliega de forma global.
- Los costes pueden controlarse, ya que no hay más aparatos que comprar, mantener o actualizar.
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